sábado, 1 de febrero de 2014

Matrimonio




LAS CAUSAS

Está distraído, cansado o las dos cosas. Los chicos
están gritando, el televisor está a todo volumen y usted
está pensando en el problema que tuvo en el trabajo.
Ahora su esposa le dice que esta noche vienen unos
amigos a cenar. Usted asiente con la cabeza, pero ¿realmente
la ha escuchado? Lo más seguro es que no.

Llega a conclusiones precipitadas. Si le imputa malos
motivos a su esposa y no deja que termine de hablar,
solo empeorará las cosas. Por ejemplo, imagine
que su esposa le comenta: “Has pasado mucho tiempo
en el trabajo esta semana”. Usted supone que lo
está criticando y la interrumpe: “¡No es mi culpa! Tengo
que trabajar horas extras para pagar todos tus gastos”.
Entonces ella replica: “¡Pero si no te estoy acusando!”.
En realidad, solo iba a sugerirle que se fueran de vacaciones
un fin de semana.

Trata de encontrarle solución a todo. “A veces
solo quiero expresar mis sentimientos —comenta
Maricela—, pero Miguel siempre quiere darme soluciones.
Yo no quiero soluciones; solo quiero que
sepa cómo me siento.” Parece que por distraerse
buscando soluciones a los problemas de Maricela,
Miguel no le está prestando atención.
Sea cual sea la causa del problema, ¿qué puede hacer para escuchar mejor a su esposa?

LO QUE PUEDE HACER

Dele toda su atención. Su esposa tiene algo importante
que decirle, pero ¿está usted listo para escuchar? Quizás
no; tal vez su mente esté en otros asuntos. De ser
así, no finja que la está escuchando. Si puede, deje a un
lado lo que está haciendo y préstele toda su atención;
si no, pídale que espere hasta que usted termine. (Principio
bíblico: Santiago 1:19.)

No interrumpa. Cuando su esposa esté hablando,
resista la tentación de interrumpir o de expresar su
desacuerdo. Ya le llegará su turno de hablar. Por ahora,
escuche. (Principio bíblico: Proverbios 18:13.)

Haga preguntas. Eso lo ayudará a entender mejor lo
que su esposa le está diciendo. Maricela, citada antes,
comenta: “Me encanta que Miguel me haga preguntas;
esa es una señal de que se interesa en lo que estoy diciendo”.

Concéntrese en las ideas, no solo en las palabras.
Observe el lenguaje corporal, el movimiento de los ojos
y el tono de la voz. Dicho de cierta manera, un “Está
bien” pudiera significar “No, no está bien”. Un “Tú nunca
me ayudas” pudiera significar “Siento que no soy importante
para ti”. Aprenda el arte de leer entre líneas.
De otra forma, terminará discutiendo sobre palabras
en vez de enfocarse en su significado.

Siga escuchando. No deje de prestar atención ni se
marche, ni siquiera si le desagrada lo que está oyendo.
¿Qué puede hacer si su esposa le está criticando algo?
“Siga escuchándola —aconseja Gregory, que lleva casado
más de sesenta años—. Medite en lo que le está diciendo.
Se necesita madurez, pero vale la pena.” (Principio
bíblico: Proverbios 18:15.)

Demuestre interés sincero por su esposa. Escuchar
no es una simple técnica, es una muestra de amor.
Cuando de verdad hay interés, escuchar pasa de ser
una obligación a ser un acto natural. Así seguirá este
consejo de la Biblia: “Nadie busque su interés, sino el de los demás" (Filipenses 2:4 Biblia del peregrino)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario