miércoles, 30 de octubre de 2013
"¡Mira! voy a hacer nuevas todas las cosas"
¿Le gustaría vivir para siempre con su familia en un mundo sin enfermedades? ¿Quisiera que algún día desaparecieran el sufrimiento, el dolor y la muerte? Eso no es soñar; Dios lo ha prometido y se realizará. Veamos lo que se dice sobre el cumplimiento de esta promesa en Revelación (Apocalipsis) 21:3-5 (léalo).
“[Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos.” (Revelación 21:4.) ¿Qué tipo de lágrimas limpiará? No las de alegría ni las que protegen nuestros ojos; serán las lágrimas de tristeza. Dios no solo secará esas lágrimas sino que eliminará el dolor y el sufrimiento que las producen.
“La muerte no será más.” (Revelación 21:4.) No hay nada que provoque más lágrimas que la muerte. Pero Jehová librará de sus garras a las personas obedientes. ¿Cómo? Eliminando lo que la causa: el pecado que heredamos de Adán (Romanos 5:12). Jehová usará el sacrificio de Jesús para hacer que las personas alcancen la perfección. Entonces, la muerte —el último enemigo del hombre— será “reducida a nada” (1 Corintios 15:26). Todos vivirán como Dios siempre quiso que vivieran: sin enfermedades y por toda la eternidad.
“Ni existirá ya más [...] dolor.” (Revelación 21:4.) ¿Qué clase de dolor es el que dejará de existir? El dolor mental, emocional y físico que es producto de la imperfección y le hace la vida imposible a millones de personas. Pronto será posible vivir sin lágrimas, sin muerte y sin dolor. “Pero ¿dónde? —quizás se pregunte—.¿En el cielo?” No. Para empezar, la promesa comienza con las palabras “la tienda de Dios está con la humanidad”, y la humanidad vive en la Tierra (Revelación 21:3). Segundo, la promesa habla de un mundo en el que “la muerte no será más”, es decir, un mundo en el que había muerte pero desapareció. En el cielo nunca ha habido muerte, pero en la Tierra sí, y casi desde el principio. Está claro, entonces, que la promesa divina de una vida mejor se cumplirá aquí en la Tierra.
Jehová desea que confiemos en lo que ha prometido. Después de enumerar estas bendiciones futuras, nos da la siguiente garantía: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. Y remata diciendo: “Estas palabras son fieles y verdaderas” (Revelación 21:5). Lo invitamos a descubrir cómo usted y sus seres queridos pueden estar entre las felices personas que presenciarán el el glorioso cumplimiento de las promesas de Dios.
LECTURA BÍBLICA RECOMENDADA PARA ESTE MES:
1 Pedro 1 a Revelación 22
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